Cuando el bote turístico SS Minnow con el capitán, su ayudante y cinco pasajeros emprenden un tour de tres horas, en medio del paseo cae una fuerte tormenta, el barco se accidenta en medio del Océano Pacífico y las siete personas terminan varadas en una isla a 480 km de Hawái, y tratarán de hacer lo posible para poder irse de esa isla. Pero mientras no lo logren tendrán que vivir todos juntos en esa isla, hasta que llegue el milagro.
- Unos meses después de que el show comenzara a salir al aire varios televidentes creían que el show era real y le pedían por carta a la guardia costera que rescatara a los náufragos.
- La actriz Dawn Wells confesó que durante el tiempo que duró la serie recibía constantemente cartas de fanáticos, que a veces contenían confesiones extrañas. 'Algunos fans tenían una imaginación muy grande' dijo.
- Muchas veces en medio de las escenas el ruido del tráfico hacía que se vuelva imposible capturar las voces de los actores. Y esta distracción era la causante de los retrasos de filmación. Había que detener las escenas y volver a rodarlas para evitar el ruido de camiones y bocinas.
- Bob Denver fue atacado por un leon. En una de las escenas, Gilligan debía estar atrapado en su choza intentando mantener a un león afuera, pero no se había dado cuenta que el animal ya había entrado al lugar. El actor logró evadirlo gracias a dos camas que utilizó como escudo hasta que el entrenador intervino salvándole la vida.
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La isla de Gilligan : “Naufragaron… pero se quedaron en la historia” 🏝️
Cuando arrancó en 1964, La isla de Gilligan parecía una comedia simple sobre un naufragio… pero se convirtió en un fenómeno pop. Siete personajes varados en una isla desierta, cada uno con su personalidad bien marcada, intentando volver a casa… sin éxito, claro. Pero eso era lo de menos.
La serie, creada por Sherwood Schwartz, mezclaba humor absurdo, enredos imposibles y un espíritu optimista que enganchó a grandes y chicos. El tipo entendía algo clave: la repetición bien hecha también entretiene. Cada intento fallido de escape se volvía parte del ritual. Y todos lo disfrutaban.
Bob Denver fue quien le dio vida al inolvidable Gilligan, ese marinero torpe pero entrañable. Junto al Capitán, el millonario y su esposa, el Profesor, la actriz Ginger y la dulce Mary Ann, armaban una comunidad disfuncional pero querible. Eran como una mini sociedad perdida… con cocos parlantes y radios que funcionaban con bambú.
“Era una fantasía, claro, pero también una especie de experimento social disfrazado de sitcom”
- Sherwood Schwartz, creador, entrevista de 1982
Aunque los críticos no fueron generosos en su momento, la serie ganó un lugar en el corazón del público. Se repitió durante décadas, tuvo reencuentros, telefilmes, parodias… y hasta fue estudiada por sociólogos.
“Lo loco es que todos sabíamos que no iban a salir nunca de la isla… y sin embargo queríamos ver cómo lo intentaban”
- Jim Benson, historiador de TV clásica
Hoy Gilligan’s Island es nostalgia pura. Un retrato naïf de una época donde el humor no necesitaba cinismo, y donde siete náufragos bastaban para hacer reír al mundo entero.
📸 Algunas capturas
