Cuando Lobo del Aire apareció en 1984, no se parecía a nada que hubiera en la tele. En plena Guerra Fría, la serie combinaba espionaje, acción y un helicóptero tan futurista que parecía salido de una película de James Bond. El creador, Donald P. Bellisario, ya venía con experiencia en series militares y de intriga, así que tenía claro que no quería solo persecuciones… quería drama humano.
El núcleo era Stringfellow Hawke, un piloto solitario, con un pasado doloroso y un helicóptero de combate que no debía caer en manos equivocadas. Hawke tenía esa mezcla de héroe y lobo herido, algo que encajaba perfecto con Jan-Michael Vincent, un actor que en los ‘70 había sido galán de cine y TV, pero que en ese momento necesitaba un papel que lo devolviera a la cima.
“Airwolf me devolvió a la primera fila… aunque no estaba seguro de poder mantenerme ahí”El contrapeso de Hawke era Dominic Santini, interpretado por Ernest Borgnine, un viejo zorro de Hollywood que venía de ganar un Oscar y de décadas de papeles duros. Su energía bonachona y el contraste con la seriedad de Hawke eran clave para darle humanidad a la serie.
- Jan-Michael Vincent, entrevista en *TV Guide*, 1985
“Jan-Michael y yo éramos como el día y la noche, y eso funcionaba muy bien frente a la cámara”También estaba Michael Coldsmith-Briggs III, alias Archangel, el hombre de la CIA que tiraba de los hilos. Lo interpretaba Alex Cord, un tipo con un pasado de westerns y thrillers que aquí jugaba a ser el enigmático jefe en traje blanco y parche en el ojo. Su frialdad calculada era parte del ADN de la trama.
- Ernest Borgnine, entrevista en *Starlog Magazine*, 1986
“Archangel no era un villano, pero tampoco un héroe. Me gustaba jugar en esa zona gris”La química del trío protagónico era uno de los secretos del éxito. La serie mezclaba secuencias aéreas espectaculares, creadas con un Bell 222 modificado, con tramas de intriga que iban desde rescates imposibles hasta choques con agencias rivales. El helicóptero, apodado Airwolf, se convirtió en un personaje más, con sus rugidos metálicos y “turbo boost” como marca registrada.
- Alex Cord, entrevista en *The Wolf’s Lair*, 2004
“Filmar escenas de vuelo era como hacer dos episodios en uno: la parte aérea y la parte dramática”Hacia la cuarta temporada, los problemas personales de Vincent y los recortes de presupuesto hicieron tambalear todo. CBS decidió continuar con otro reparto, trasladar la producción a Canadá y reciclar imágenes de vuelo. Muchos fans consideran que la esencia original se perdió, y la serie terminó en 1987 sin un cierre sólido.
- Donald P. Bellisario, entrevista en *A&E Biography*, 1999
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