Pepper Ann no solo se destacó por su humor y ocurrencias: su estilo visual era único dentro de Disney. La serie combinaba técnicas tradicionales de animación 2D con un toque experimental en los fondos y detalles, logrando un efecto que parecía más “hecho a mano” que muchas otras producciones de finales de los ‘90. Los personajes tenían líneas sueltas y proporciones exageradas, lo que reflejaba la personalidad libre y caótica de Pepper Ann. Cada episodio llevaba horas de trabajo en storyboard y layout para que la imaginación de la protagonista se sintiera tan viva como sus aventuras.
Lo loco es que Sue Rose, la creadora, quería que la animación fuera un personaje más. Por eso, muchas secuencias eran visualmente arriesgadas: elementos que se deformaban, cambios abruptos de color y fondos que parecían dibujados con crayón. “Quería que los espectadores sintieran que estaban dentro de la cabeza de Pepper Ann”, comentó Rose en una entrevista de 1998.
“Quería que la serie fuera divertida y entretenida, pero también de que transmitiera a los jóvenes que, sin importar la montaña rusa emocional que vivieran cada día, podrían superarlo.”Otro dato curioso: algunos de los efectos más creativos se lograron con rotoscopia y overlays digitales tempranos, algo raro para Disney en esa época, que todavía dependía mucho del cel animation tradicional. Esto permitió representar los pensamientos y fantasías de Pepper Ann sin interrumpir la narrativa. También, la serie fue pionera en animar gestos exagerados de adolescentes sin caer en clichés de caricatura infantil.
- Kathleen Wilhoite, entrevista 1999
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