En 1750, en Gambia, África Occidental, Kunta Kinte, hijo de Omoro y Binta, se distingue entre los miembros de su tribu en los rituales de entrenamiento de la virilidad. Pero no disfruta mucho de su nuevo estatus: los traficantes de esclavos que arrasan el campo se apoderan de él. Encadenado con otros cautivos, Kunta comienza una agonizante odisea hacia el Nuevo Mundo.