La serie donde el deber, la acción callejera y el dramatismo se daban la mano con William Shatner al frente. Y sí... el tipo venía de ser el capitán Kirk.
Thomas Jefferson Hooker, ex-detective degradado a patrullero por decisión propia, cree que la calle es el lugar donde realmente puede marcar la diferencia. Desde ahí, entrena a nuevos policías mientras combate el crimen con mano dura, principios firmes y una escuadra que lo sigue a toda velocidad.Cuando William Shatner se subió a un patrullero en vez de una nave estelar, muchos se rieron. Pero T.J. Hooker no era un chiste: era pura calle, puro ochentas y puro Shatner haciendo lo suyo… pero con porra.
Después de ser el Capitán Kirk en Star Trek, Shatner necesitaba reinventarse. Y lo hizo a lo grande: con una serie policial donde su personaje, un exdetective que elige volver a patrullar, enseña, corre, grita, dispara… y hasta llora.
Sí, Hooker lloraba. Y lo hacía con convicción. Shatner declaró que por fin podía mostrar un costado emocional que la ciencia ficción nunca le permitió.
“Con Hooker lloré en cámara, grité, peleé… era otra galaxia, pero en las calles.”Lo acompañaba Adrian Zmed, el rookie carismático con pelo perfecto, que ya venía de romperla en *Grease 2*. Juntos, formaban una dupla improbable pero explosiva. Y si hablamos de explosión… ahí entraba Heather Locklear, que se sumó en la segunda temporada para darle glamour, acción y mil portadas de revistas. Ella venía de *Dinastía*, pero acá se ponía el uniforme y salía a la calle.
- William Shatner, TV Guide, 1983
“Hice más acrobacias con un patrullero que con la Enterprise.”Después de *Hooker*, Shatner siguió siendo una figura pop eterna: *Rescue 911*, *Boston Legal* y hasta publicidades con tono de parodia. Adrian Zmed tuvo su momento teen ídolo y se fue a Broadway. Y Locklear directamente explotó: *Melrose Place* la convirtió en ícono noventoso.
- William Shatner, Starlog Magazine, 1984
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