Ulises es un joven abogado que termina preso por un error judicial. Lo interesante es cómo su paso por la cárcel lo transforma: entra como un tipo idealista, con principios, pero el sistema carcelario lo va endureciendo hasta convertirlo en parte de ese mismo mundo oscuro que al principio rechazaba. Una especie de descenso a los infiernos, donde la supervivencia exige perder la inocencia.
- Fue una de las primeras series en Argentina que se atrevió a mostrar la realidad de la vida en prisión de manera tan cruda y directa. La serie no suavizó los detalles y presentó una visión sin concesiones del sistema carcelario argentino.
- Muchas de las historias y personajes de la serie están basados en experiencias reales de presos y guardias.
- Gran parte de la serie fue filmada en la Unidad Penitenciaria N°9 de La Plata, una cárcel real.
- Rompió con las convenciones de la televisión argentina al no seguir un formato convencional de telenovela. En lugar de eso, se presentó como un drama serializado con una narrativa continua y oscura.
- Enfrentó problemas de censura debido a su contenido explícito. Algunas escenas fueron consideradas demasiado violentas o controversiales para ser transmitidas en horario central.
- El lenguaje utilizado era crudo y realista, reflejando el habla de los internos y el personal penitenciario.
- La serie sigue siendo recordada como una de las más influyentes y arriesgadas de la televisión argentina, con un impacto que se siente incluso años después de su emisión.
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⛓️🔥 Tumberos: “Sí, aunque no lo creas, fue la serie que reventó la tele argentina” 🎥
En 2002, Tumberos llegó sin filtro: un abogado bien pulenta encerrado en Caseros, magia umbanda, cumbia villera que pega y violencia sin anestesia. Esto no era un culebrón más, eh. Se filmó casi todo en la cárcel real de Caseros, con grafitis auténticos y actores que no eran actores, para que todo sonara y se viera más crudo y verdadero.
De dónde salió el estilo
Israel Adrián Caetano la dirigió y Bruno Stagnaro le puso el guion. Se inspiraron en el “nuevo cine argentino” —sí, ese que rompía esquemas como Pizza, Birra, Faso— para contar la marginalidad sin maquillaje: cámara al hombro, música que te sacude y escenas que parecen sacadas de la calle misma, no de un estudio.
Los cracks detrás de la historia
Germán Palacios, que hace de Ulises, te lleva del idealismo a la bronca con una transformación que te atrapa. Y Carlos Belloso, con su “El Willy”, se mandó un papelón que le abrió mil puertas en TV y cine. El tipo venía del rock indie y se reiventó gracias a esta serie.
Hacer de Willy fue como entrar en otro mundo, con códigos que no podés romper y una oscuridad que te calaba hondo.
- Carlos Belloso, entrevista en Página/12, 2002
Caetano nos tiraba a la pileta sin salvavidas. Era actuar sin filtro o quedarte afuera.La posta de la serie y su legado
- Germán Palacios, charla en La Nación Cultura, 2003
Se dice que los presos de verdad dejaron sus marcas en los grafitis que salieron en pantalla. La cumbia villera y temas de León Gieco o los Redonditos no solo ponían onda, eran parte del relato, el corazón que hacía latir la serie.
Poner Los Pibes Chorros fue traer el barrio a la pantalla. No había forma de no creérsela.Después del final en diciembre de 2002, los protagonistas la siguieron rompiendo en TV y cine, y Tumberos quedó como la precursora de las ficciones carcelarias en Argentina, abriendo camino para series como "El Marginal".
- Israel Adrián Caetano, charla radial en Fierro al Medio, 2004
📸 Algunas capturas
